(La Belleza, sin duda.) |
Rosa Regàs está más contenta que yo. Dice que disfruta mucho este momento, que disfruta mucho al ver nuestra felicidad, ese instante único. Es la generosidad con gafas azules en persona.
Quizá por llevar sin dormir más de 24 horas, me arranco a decirle que tengo una libreta donde pego cosas bonitas. Uno de esos recortes es una foto que apareció hace años en El país, donde Regàs y sus amigos estaban a punto de cenar. Son unos niños. Aunque, esa foto, bien podría haberse hecho la noche anterior. No encuentro nada que delate el año en que fue tomada.
Dice que la ha visto muchas veces, pero no la tiene. Me da su mail. Quedo en enviársela cuando llegue a casa.
Abro la libreta y leo a pie de foto: "Finales de marzo. Reordené los (po)e-mails. A Óscar no le gustaron nada. Estoy muy triste, como si se me hubiera muerto alguien, pero no creo que sea porque a Óscar no le gustaran unos poemas. No sé qué es. No tengo demasiados motivos para estar triste. Me duele todo. No me gusta lo que escribo. Quizá sea todo junto. Y el tiempo, que pasa muy rápido. Como en esta foto. No me canso de mirarlos. Creo que necesito que alguien me bese".
Copio el texto. Adjunto jpg. Send.
qué gusto leerte, Isabel, qué bonito escribes :-)
ResponderEliminarGracias, arponauta. Ya sabes, es fácil: mirar, sentir y contar. No hay más truco ;)
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