Todo en orden por el sur, salvo que he estado sin conexión. Lo he paliado, una vez al día, conectándome sólo para mirar el correo a través del cable del teléfono fijo. Afortunadamente conservaba en una agenda (de papel) un número 908 y una clave de hace más de diez años, cuando mi noble faber2 se comunicaba con el mundo a través de esos pitidos y resortes con tinte de interferencia, de nieve de la tele. El idioma de las máquinas.
Mi amigo, que es muy listo (y yo muy de preocuparme), sabe que me gusta saber si ha llegado bien al trabajo. Para que sus palabras tranquilizadoras llegaran antes ha escrito el mensaje en el Asunto: Como aquí, he llegado bien, beso. Yo le he enviado otro con todo el amor de mi HTML.
Ya no nos acordamos, pero allá por el 98 las conexiones eran así, lentísimas, y a pesar de todo nos parecían un milagro. La vida también transcurría más lenta, supongo. Leíamos más, paseábamos con las manos en los bolsillos, podían pasar semanas hasta tener noticias de los amigos que vivían fuera y recibíamos sus cartas con enorme alegría. Nadie decía LOL, decíamos ¿Te bajas a tomar una cerveza?
Estos días off he escrito mucho más que un día on, no me ha dolido la espalda y he dormido de maravilla. También he corregido galeradas. Bleturge avanza.
Buenos días, Isabel. Disculpa que te deje aquí, el siguiente enlace, pero es la única manera que he encontrado de hacértelo llegar. Con toda mi admiración por ti: http://dondenacenloscharcos.blogspot.com.es/2016/11/en-cuenta-cuando-rechaces-tragica.html
ResponderEliminarmuchas gracias, jesús
Eliminarme gustan las piedras
no sé si conoces otro de mis blogs: esapiedramehallamadoporminombre.blogspot.com
he puesto el correo en el perfil
pero creo que ha quedado demasiado escondido
(voy a moverlo)
gracias de nuevo
Claro que lo conozco, querida. De ahí que esta entrada sea para ti.
EliminarUn abrazo enorme.